Karen Espíndola, nos presenta este nuevo texto, en que reúne testimonios silenciados por años, de mujeres que a lo largo de su trabajo como activista pro aborto, le fueron compartidos, con el fin de buscar ayuda o realizar una reflexión.
La penalización del aborto es un problema de vulneración de los derechos humanos y de salud pública. Las mujeres deben transitar en un mundo lleno de prejuicios sociales y estigmatizaciones, algo que constituye una forma explícita de violencia, discriminación y tortura; al respecto la avanzada de grupos conservadores, en Chile y en el mundo, en política, es preocupante, ya que desde siempre han sido contrarios a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y a que la educación sexual sea impartida en los colegios.
El desafío que se plantea hoy, al movimiento feminista, es luchar por la autonomía de la mujer e interpelar al orden patriarcal a nivel de las instituciones del Estado, de la política y de la religión, desde donde se pretende ejercer un control instrumentalizado de los cuerpos de niñas y mujeres. Las Mujeres tienen derecho a vivir su sexualidad plena y a buscar alternativas cuando no quieren ser madres.
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